El oído tiene como función la audición, una alteración en dicha función produce un trastorno auditivo.
El trastorno puede ser de origen congénito (heredado) o adquirido (causado por una enfermedad o accidente). Antes (prelingüístico o prelocutivo) o después (poslingüístico o poslocutivo) de adquirir el lenguaje.
Desde la perspectiva científica medica vienen los términos sordera, y luego hipoacusia.
Según la perdida auditiva se estableció la siguiente clasificación:
1) Sordera parcial menor; cuando la perdida promedio del mejor oído no supera los 30 db de un área de frecuencia de 500 a 200HZ.
2) Sordera parcial media; cuando la pérdida auditiva promedio del mejor oído es superior a los 30 db pero menor de 60 db.
3) Sordera parcial mayor; cuando la pérdida auditiva es entre los 60 y 90 db, siempre dentro de la misma frecuencia.
4) Sordera total; cuando es superior al 90 db. Siempre dentro de las mismas área de frecuencia nombradas.
El término hipoacusia se clasifica en:
Hipoacusia leve; perdida hasta 30 decibeles.
Hipoacusia moderada; entre 30 decibeles y 65 decibeles.
Hipoacusia severa; hasta 90 decibeles (anacusia, pérdida total de audición).
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